La crisis

Varias personas me sugieren que escriba sobre los beneficios de la crisis. Eh... sí, beneficios! Sin faltarle al respeto a tantas pesonas que, por desgracia, han perdido sus trabajos, sus casas, sus ahorros... creo que la crisis puede traernos cosas buenas si sabemos cómo enfrentarla y aprendemos de lo que está pasando. A veces (casi siempre), los humanos necesitamos tocar fondo antes de reaccionar y cambiar aquello que nos perjudica.
Que esta crisis valga para darnos cuenta de que la avaricia no nos lleva a ninguna parte y de que, a veces, en la vida, menos es más. Aprendamos a vivir con menos y a ser más felices.
Si, por culpa de la crisis, no podemos salir a cenar o a tomar algo tan a menudo como antes, disfrutemos de una comida casera con nuestra familia o amigos. Si no podemos usar el coche para todo, disfrutemos de paseos por nuestro bario y redescubrámoslo. Si no podemos comprar tantas prendas de ropa, cambiemos algo de las que ya tenemos para volver a disfrutarlas como si fueran nuevas.
Son solo algunos ejemplos (muy simples, quizás tontos) de lo que podemos aprender de este mal momento.